Con un impresionante porcentaje de victorias por la vía del nocaut, el capitalino Bryan ‘Destructor’ Mercado acecha la parte alta de las clasificaciones mundialistas en las 122 libras, colocando su nombre en la lista de futuros contendientes a la corona absoluta. Peleador representado por Promociones del Pueblo, empresa que dirige Oswaldo Küchle; el «Destructor’ ha mostrado una gran madurez en sus últimas apariciones, que sumada al escalofriante poder de sus nudillos lo han consolidado como un adversario prácticamente infranqueable en la categoría de los 55.338 kilogramos Con marca de 16 nocauts en sus 21 victorias, el pugilista originario de la Alcaldía Álvaro Obregón en la CDMX, ha probado su calidad, convirtiéndose en un adversario con el que pocos se atreven a verse las caras, pues saben que las posibilidades de sucumbir ante su poder son muy amplias. En su última presentación se impuso por nocaut efectivo en un asalto al quintanarroense Pedro ‘Torito’ Tut, en un combate de jóvenes talentos donde estaba en juego el orgullo y desde luego la oportunidad de catapultar su carrera a grandes alturas, aunque el camino por recorrer para Mercado Vázquez es aún largo rumbo a la corona.
Con mucha jerarquía dejando de lado la inactividad ya que no peleaba desde el 2019 cuando se impuso a Claudia Rangel la regiomontana Magaly «Tormenta» Rodríguez, teniendo en su esquina como entrenador a Salvador “ Chava”Franzoni doblego este viernes a la local Elizabeth “ Bonita “ Chávez en el Auditorio Municipal de Torreón por decisión unánime .
Con la victoria la “ Tormenta “ se gano el derecho de disputar el Título Mundial de Global Boxing Union, en el pleito semifinal de la función denominada “ Duelo de Campeones».
Jennifer Valero es una morena de sonrisa grande. Tan grande como la de su padre, Edwin “El Inca” Valero. Sus allegados le dicen que se parece más físicamente a su madre, que llevó su mismo nombre. Pero que a nadie engañe, detrás de un rostro de niña y unos ojos profundos lleva una mano pesada, herencia de la leyenda del boxeo venezolano que fue su papá.
“Lo que se hereda no se hurta”, asegura el dicho aquel. Jennifer pega duro en el ring y baila sobre él cuando debe hacerlo. Nuevamente combina características de la fiera que fue “El Inca” Valero y la delicada dama que fue su mamá, de quien dice haber sacado el amor por el modelaje, el ballet y la danza.
“Todo el mundo me dice que aparte del boxeo debo ser modelo porque tengo cosas de mamá. Era una mujer muy linda, delicada, con un cuerpo bellísimo. Su cara era muy hermosa. Los entrenadores de otros estados que conocieron a mi papá me dicen que ella pudo dedicarse al modelaje pero que él era celoso. No le gustaba que la miraran”.
Aunque apenas tenía cuatro años cuando sus padres murieron, Jennifer todavía guarda recuerdos. Deja a un lado las tareas del liceo para atender una llamada que busca conocer la incipiente carrera de la hija de un personaje icónico del deporte venezolano. Uno del que muchos se atreven a decir que era capaz de vencer a Manny Pacquiao en su momento más estelar.
Casi todos la llaman por el diminutivo de su segundo nombre, Rosy por Roselyn. Su voz es pausada, a tal punto que pareciera que se toma un segundo antes de responder. Su risa sí es inmediata y explosiva, como dice que son sus golpes. Así también fueron los de su papá, el campeón mundial de peso superpluma de la AMB y peso ligero del CMB.
La niña veloz que se inició en el atletismo
Jennifer quedó en custodia de sus abuelos luego de la trágica muerte de sus padres en abril del 2010. Aquellas desapariciones físicas todavía causan dolor en Venezuela. Su circunstancia fue y sigue siendo dura. Esas dos muertes pudieron haberse evitado, también el drama de dos niños que tuvieron que enfrentar, muy chiquitos, un KO de la vida misma.
Rosy y Edwin, su hermano mayor, siguieron adelante. Así la niña comenzó a descubrir habilidades, varias de esas en el campo deportivo. No solamente la vena atlética le viene por su padre, su tío, Yoel Finol, fue medalla de bronce en el boxeo de los Juegos Olímpicos de Rio 2016. Esa presea se convirtió en plata luego de la descalificación por dopaje del ruso Misha Aloian.
“Mi tío Yoel tenía un entrenador que siempre decía que yo tenía talento para el atletismo. Yo era veloz corriendo, pero no entrenaba tanto, solo me llamaban cuando había una competencia. Gané Muchas medallas”.
Rosy cuenta que su inspiración para comenzar a practicar deportes fue su padre, “El Inca”. Primero fue el atletismo, luego la gimnasia y natación. También lo intentó con otra de sus pasiones, el baile, al asistir a clases de danza y ballet. Contó que desde pequeña también sintió atracción por el modelaje, antes de decidirse a ponerse la pantaloneta corta y los guantes para subirse al ring.
“Siempre me llamó la atención el boxeo, pero no lo practicaba. En mi familia no estaban de acuerdo porque decían que eso era un deporte para hombres, que hiciera cosas femeninas. Pero una tía sí me apoyó como lo hizo con mi papá, así que me llevó a entrenar en el Cementerio Viejo, en El Vigía. Poco a poco todos lo fueron aceptando, además en mi primer nacional gané plata”.
Su primer entrenador fue José Fernández, el que ganó la competencia entre los muchos que querían tenerla. “Cuando llegué nueva todos querían entrenarme porque era la hija de El Inca, estaban felices. Yo creo que aprendí muy rápido ya que al principio me colocaban niños más pequeños que yo. Decían que yo pegaba muy duro”, contó entre risas.
Quizás era algo genético, pero Jennifer aseguró que, a pesar de pelear con niños, no sentía dolor al recibir golpes. “Siempre era yo la que pegaba y cuando me pegaban no me dolía”.
La huella de El Inca sobre el ring
Jennifer no recuerda las peleas de su padre, estaba muy pequeña. Pero dice revisar constantemente por videos aquellos careos. Esos de ese torbellino que ganó 27 combates, todos por KO. De él heredó muchas características.
“Mi padre era zurdo y yo derecha, eso sí. Pero me parezco a él porque soy explosiva, es por eso que mi entrenador me manda a boxear más, a caminar el ring, a ser más estilista. Antes mis peleas eran como las de mi papá, me montaba en el ring y me bajaba de una vez porque ganaba por KO”.
Es por eso que su mano le pesa, así como pesaba la de El Inca. “Pero he cambiado mucho mi forma de boxear, ya no intento ser tan explosiva como mi papá. Me sube mucho el ánimo ver sus peleas y siempre me sorprendo con el tremendo boxeador que fue. Su velocidad, la fuerza. Mi padre fue una gran persona, muy humilde. Yo espero ser igual que él”.https://www.youtube.com/embed/C99DusXfURI?feature=oembed
Rosy vive junto a su tío Yoel en La Guaira. Al conversar, su acento andino la delata, pero en el último chequeo a la preselección nacional representó al estado costero. Allá vive junto a Yoel, su tío protector en quien también tiene un ejemplo entre los ensogados. Pero su norte sigue siendo El Inca.
“A mi tío Yoel pocas veces lo he visto pelear porque siempre lo hace fuera del país. En las Olimpíadas sí lo vi, pero yo no había comenzado a boxear”.
Sus padres, un recuerdo que sigue vivo
Jennifer y su hermano eran muy pequeños cuando la muerte de sus padres recorrió el mundo. La impresión fue tal que se comenzaron a tejer hipótesis de lo que pudo haber pasado por la cabeza de El Inca en aquellas horas confusas.
En la mente de su hija pasan episodios diferentes. Como aquel viaje a Disney con sus padres en donde descubrió que El Inca era miedoso, todo lo contrario a lo que los amantes del boxeo podían ver en el ring.
“Ese viaje a Disney fue muy divertido. Aunque yo estaba muy chiquita recuerdo que entramos a la casa del terror y a mi papá le dio miedo. La gente lo veía muy rudo en el ring, pero él era miedoso. Le temía a la oscuridad. Su mayor miedo era a la muerte”.
Jennifer comparte su tiempo entre el boxeo y los estudios. Cursa quinto año de bachillerato y aún no tiene claro lo que quiere estudiar en la universidad, aunque tiene una carrera en mente. Pero para explicar cuál es y por qué le gusta primero ríe a carcajadas.
“Siempre me ha llamado la atención ser médico forense”, dijo. Pero ¿médico forense? ¿Por qué precisamente forense? “Jajajaja”, volvió a reír antes de responder. “Me llama mucho la atención cuando tienen que abrir los muertos, investigar cómo se murieron. Pero muchos me han dicho que elija otra carrera”.
Aunque académicamente tiene dudas, deportivamente no. Jennifer Valero, la hija de El Inca, quiere seguir los pasos de su padre. Recientemente ganó un par de peleas en el chequeo a la preselección nacional por lo que entró en el equipo para los Panamericanos juveniles de Cali 2021.
“Mis metas son ambiciosas porque quiero ser una campeona mundial como lo fue mi papá. Deseo ir a unos Juegos Olímpicos y después saltar al profesional. Por ahora soy juvenil y debo esperar tener la edad para volverme a chequear y así entrar a la selección nacional adulta. Sé que si mi papá me estuviera viendo pelear, estuviese parado al lado del ring emocionado, apoyándome”.
A pesar de tener la mano pesada al combatir, Jennifer aseguró que fuera del boxeo es distinta. Le gusta bailar lo que sea y escuchar música romántica. “No tengo un cantante en específico, pero me encanta la música romántica”.
Donde quiera que va su apellido llama la atención. Dijo que se ha acostumbrado a tomarse fotos con personas que se las piden al saber que es la hija de El Inca Valero. “Siempre se me acercan las personas que conocieron a mi padre a pedirme fotos. Quiero seguir llevando el apellido Valero a los más alto del boxeo”.
Ya son 12 años los que Jennifer ha tenido que vivir sin sus padres. Tuvo que crecer, desarrollarse, cumplir 15 años y demás; separada inevitablemente de quien dice fue su amoroso padre y de su dulce madre. Pero el show debe continuar… Y continuó.
“Papá me cuidaba mucho, al igual que a mi hermano y a mi mamá. Éramos lo más preciado para él. Me hace feliz y me siento súper orgullosa de ser su hija, pero quisiera en algún momento de mi vida darme a conocer por mí misma. Escribir mi propia historia”.
Hasta entonces, es conocida como La Inca, por decisión propia.
Se han cumplido ya 12 años de la trágica muerte del talentoso boxeador venezolano Edwin Valero, quien el 18 de abril del 2010 fuera encontrado muerto en su celda al colgarse con sus propios pantalones.
Valero se encontraba en la prisión después de haberse entregado a la policía atrás haber asesinado a su esposa en un hotel de la Comunidad de Carabobo, Venezuela.
Se dicen muchas historias sobre la vida de este pugilista que surgió del barrio humilde en su natal Venezuela, era un predestinado para hacer historia en el boxeo de paga, tal parece que no había quién le pusiera un alto sobre el ring.
Sin embargo, abajo del encordado era otra persona, hay quien lo califica de no ser buena persona, la muestra está en la violencia familiar en la que tenía sumida a su esposa y a su propia familia.
Charlamos con el entrenador inmortal del Salón de la Fama, Ignacio Beristáin, quien nos reveló algunos secretos que a él mismo le fueron contados por gente allegada al también llamado ‘Inca’.
Valero fue llamado para ayudar en los sparrings a Óscar de la Hoya con miras a su combate contra Manny Pacquiao, fue ahí donde el venezolano quiso demostrar de qué estaba hecho y en los entrenamientos le metió las manos de más al llamado Golden Boy.
Hay vídeos donde aparece Valero conectando y poniendo mal a Óscar de la Hoya en la sesión de sparring. El mismo pugilista dijo que ese fue el motivo por el cual Oscar y su equipo lo corrieron al manifestarle que necesitaban alguien que no pegara tan fuerte, lo cual desmiente Beristain, quién estaba al frente del entrenamiento del estadounidense.
El mentor reveló que Edwin Valero se encontraba hospedado en un lugar que compartía con demás peleadores, su actitud molestó a sus compañeros que incluso lo veían con temor de reclamarle sus actos de indisciplina por lo violento que era por naturaleza.
Relata que le comentaron que Valero no dormía por las noches, que se la pasaba conectado en internet viendo pornografía, inclusive lo que a ellos les pareció hasta algo molesto fue que veía sitios web de hombre con hombre sin bajar el volumen, al mentor no le consta porque no lo vió, pero las quejas de los otros pugilistas le hicieron tomar esa decisión.
Beristain, que es un hombre muy conservador y muy respetuoso sobre todo con los peleadores y más si son de su mismo establo, pidió a la empresa Golden Boy Promotion que regresaran al boxeador a Venezuela, pues ya no lo quería como parte del equipo de preparación de Óscar de la Hoya.
Tiempo después, Beristain se enteraría por otros medios de qué Edwin Valero había atentado contra su esposa y su misma madre en Venezuela y era un tipo al que le tenía miedo su familia, siendo una persona muy peligrosa.
No pasó mucho cuando se enteró de que el ‘Inca’ había asesinado a su esposa y posteriormente, tras ser detenido por la policía de Carabobo, se suicidó en su celda para no enfrentar a la justicia.
Se le comentó acerca de una versión que ha circulado y que ha sembrado la duda sobre que Edwin Valero realmente no murió, que el régimen De Hugo Chávez lo habría protegido y enviado a Cuba, sembrando otro cadáver en su lugar.
Esta es una teoría, no es una realidad que a boxaldia.com no le consta ese hecho, sin embargo se le hizo la pregunta a Ignacio Beristáin y éste dijo: “no creo que una persona como él, que terminó convirtiéndose en un criminal siga con vida”.
La última pelea que sostuvo Edwin Valero fue en la ciudad de Monterrey Nuevo León en el año del 2010 siendo sancionada dicha función por la comisión de boxeo de la capital neolonesa.
Dicho titular de la comisión era el licenciado José Miguel Vargas Córdoba, el cual se encargó de que todo se llevará a cabo de la manera más pulcra posible, llegando a convivir con el entonces campeón mundial venezolano.
A 12 años de ese combate ante el mexicano Antonio DeMarco, Miguel Vargas recuerda que 2 semanas antes del pleito, Valero ya se encontraba en la ciudad de Monterrey donde llevaría a cabo los últimos detalles de su preparación.
Durante esos días Miguel llegó a convivir con el ‘Inca’ al ir a verlo al gimnasio, incluso le dio un aventón de vez en cuando hacia el hotel sede con la concentración.
En el trayecto platicaban de muchas cosas llegó a tomarle tanta confianza a Vargas que le platicó de su vida desde que era niño y de sus sueños lo que quería lograr siendo campeón del mundo para dejar un legado.
Vargas platicó que Valero le había dicho que sufrió mucho de pequeño que había muchas necesidades en casa y que le daba mucho coraje ver la situación en que se encontraba su madre, ya que ella se encargó de sacar a sus hijos adelante tras el abandono de su padre, por ello trataba de evitar que sus hijos pasaran por la misma situación en la que él creció.
Le comento que a él le daba tristeza nada más de saber que sus hijos pudieran vivir una situación similar que la que vivió él de pequeño por eso trabajaba día con día para alcanzar el mayor de los éxitos posibles.
Vargas hasta cierto punto llegó a entenderlo y le aplaudía que tuviera ese pensamiento de salir adelante nunca pensó en cómo iba a terminar sus días y lo más lastimoso, asesinando a su mujer, dejando en la orfandad a sus 2 hijos pequeños.
El héroe que necesitaba Venezuela a ese hombre que fue parte de la campaña del entonces presidente Hugo Chávez, al tatuarse la bandera venezolana con el rostro del dictador, echó por la borda todo y de ese héroe que pretendía hacer acabó como todo un criminal.
Hoy en día, Vargas toma un ligero respiro recuerda aquellos momentos no juzga a Edwin Valero y lo recuerda como una buena persona, incluso tiene una bonita anécdota con él, pues su hijo Miguel Vargas Jr. iba a pelear en una función amateur en Ciudad Guadalupe, y Valero los acompañó y se ofreció a ayudar a subirlo a pelear en la esquina, pero lamentablemente el rival nunca llegó.
A 12 años de la muerte de Valero y del artero crimen que cometió, Miguel Vargas ya no es presidente de la comisión de Box de Monterrey, pero se desempeña actualmente como Juez Internacional de la Organización Mundial de Boxeo (WBO) y es fuerte candidato a regresar a la dependencia municipal regiomontana.
El pasado 18 del presente mes se cumplieron 12 años de la tragedia que conmocionó al mundo del boxeo cuando el inca Edwin Valero asesinó a su esposa en el Hotel Intercontinental Valencia de Carabobo, Venezuela, lo cual causó gran revuelo, pues el acto criminal sacudió a la sociedad misma.
Jennifer Carolina Vieira era la esposa del pugilista que perdió la vida a manos de su marido, quien después del hecho se supo que la golpeaba constantemente y por temor ella seguía a su lado.
Las versiones cuentan que el peleador murió el día 19 de abril colgado en su celda, sin embargo, han surgido otras versiones que estamos investigando para nuestros lectores.
En los siguientes días en este mismo espacio se van a documentar algunos temas referentes al peleador que estaba predestinado a convertirse en una leyenda deportiva y no tristemente en lo que muchos califican como un temible asesino que según versiones, le desfiguró el rostro a su esposa con sadismo y no de tres puñaladas como supuestamente documentó la policia veneolana.
Por fin, después de casi dos años, este próximo 29 de mayo, regresa la “Carrera de Campeones” en su edición número 8, un evento que reunirá a toda la familia boxística y el running y que promete ser una gran fiesta. Como todos los años la carrera se llevará a cabo en los seis y doce kilómetros y aun cuando faltan algunas semanas, la emoción de reencontrarnos en el hermoso circuito del Bosque de Chapultepec nos tiene sumamente motivados y entusiasmados; incluso nuestros campeones alistan sus mejores movimientos para romper los récords de los últimos ganadores y que si algo desean, es demostrar que el deporte está de regreso y con más fuerza que nunca y que juntos somos INVENCIBLES. Y tú, ¿estas listo para el desafió? A continuación, recordamos a los últimos ganadores entre ellos, la excampeona mundial Ibeth Zamora y la ex monarca internacional WBC María Micheo. Varonil / 6 km: Primero: Alberto Marmolejo Cruz: 20.57 Segundo: Alejandro Anaya Jiménez: 21.40 Tercero: Héctor Miguel Mendoza Fernández: 21.54 Femenil / 6 km: Primero: Guadalupe Sherlyn Torres Tavares: 26.38 Segundo: Ibeth Zamora Silva: 26.42 Tercero: Leticia Galán Domínguez: 26.55 Varonil / 12 km Primero: Hermes Mondragón Escalona: 41.41 Segundo: Néstor Antonio García García: 43.05 Tercero: Israel Méndez Carapia: 43.53 Femenil / 12 km Primero: María Micheo Santizo: 52.31 Segundo: Dayanna Velarde Rubalcava: 57.05 Tercero: Amine Bravo Lases: 57.43. ¡Corre con nosotros, 6 y 12 kilómetros, el reto está afuera del ring! ¡Hagamos historia y rompamos marcas!
El próximo 5 de mayo en el Montreal Casino de Montreal, Canadá, uno de los mejores prospectos canadienses, el invicto Mazlum Akdeniz (16-0, 8 Ko´s), tendrá la prueba más dura de su carrera, cuando enfrente al experimentado mexicano Juan Antonio “Mozo” Rodríguez (32-8-0, 28 Ko´s) por el título superligero Continental de las Américas avalado por el Consejo Mundial de Boxeo.
Akdeniz disputará su tercer combate desde el pasado mes de diciembre y asegura estar ñlisto para este importante desafío: “Estoy dispuesto a pelear todos los meses si se me da la oportunidad. El 5 de mayo será fiesta mexicana, y pienso pelear como un mexicano y regalarles una gran actuación a mis seguidores,” comentó.
En esta misma cartelera, el excampeón semicompleto Eleider Álvarez (25-2, 13 KOs), volverá al ring por primera vez en casi dos años, pero esta vez como peso crucero, conta un rival por definir.
También tendrá acción el peleador local Mathieu “G-Time” Germain (20-2-1, 9 KOs), quien buscará continuar cosechando triunfos.
En el National Stadium de Georgetown, Guyana, se llevará a cabo una atractiva cartelera el próximo 23 de abril, donde habrá dos títulos Internacionales el WBC en juego.
En el combate estelar, el habilidoso peleador local, Elton Dharry (25-6-1, 15 KO´s), enfrentará al panameño invicto Orlando Penalba (11-0-1, 2 KO´s) en un emocionante combate donde estará en juego el título Internacional supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.
Dharry, quien ha enfrentado a peleadores experimentados como Andrew Maloney, tiene el sueño de convertirse en campeón mundial y sabe que ganar el título Internacional del WBC, será un gran paso para su carrera.
En el combate coestelar, el guyanés Dexter Marques (17-2-0, 15 KO´s), enfrentará al panameño Gilberto Pedroza (19-9-2, 8 KO´s) por el título Internacional Plata mosca del Consejo Mundial de Boxeo.
El Consejo Mundial de Boxeo, en asociación con “OPUS – The Luxury Book Company”, lanzaron el libro OPUS de las peleas más grandes del WBC, como parte de las actividades de la semana del muy esperado combate de peso completo entre Tyson Fury y Dillian Whyte, que tendrá lugar en el estadio de Wembley el 23 de abril.
En la conferencia de prensa se dio a conocer a los presentes este libro, que además de ser uno de los más pesados y de gran calidad, marcará un antes y un después en la historia del boxeo, pues dejará muy satisfechos a los aficionados al pugilismo y podrán disfrutar de un escrito digno de su amor al deporte.
Entre las fascinantes ediciones especiales de este libro, hay una dedicada a la paz en Ucrania, la cual beneficiará al fondo humanitario oficial https://www.withukraine.org
Este exclusivo libro Opus – WBC, mide casi 1 metro de ancho cuando está abierta y pesa casi 34 kilos. En esta edición especial, el galardonado escritor deportivo Ian Stafford cuenta la historia de las mejores peleas del WBC a lo largo de la historia, con las peleas seleccionadas para su inclusión en el libro elegido por los propios campeones mundiales del WBC bajo la presidencia del organismo.
