Isaac Guerra
Hoy, 15 de febrero, se conmemora el tercer aniversario del fallecimiento de Julio Cardona Amézquita, una figura legendaria del boxeo mexicano. Nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, Julio dejó una huella imborrable en Guadalajara, donde se convirtió en una leyenda hasta su partida.
Recordado con cariño por la comunidad boxística, Julio era un hombre apasionado y pacífico, llegando a ser presidente de la Unión de Mánagers de Jalisco. Su gimnasio fue un semillero de talentos, donde cientos de boxeadores encontraron su camino, gracias a su guía y sabiduría.
La Dinastía Cardona sigue presente en Jalisco, y muchos lo recuerdan como un hombre respetado y admirado. Julio siempre estaba dispuesto a aconsejar y liderar la lucha por los derechos de los entrenadores de Jalisco.
Entre sus logros, Julio propuso que los mánagers debían tener un curso de primeros auxilios para obtener su licencia, una medida crucial para atender a los boxeadores en situaciones de emergencia en el ring.
Amigo de Marcelino Silva, Julián Magdaleno, Alfonso Ibarra y Chepo Reynoso, entre otros, Julio siempre estaba rodeado de amigos en su gimnasio, compartiendo charlas sobre el apasionante mundo del boxeo.
Hoy, sus hijos, Julio César, ‘El Topo’, Margarita, Maria Esther, María Guadalupe, Maria Isabel, María Rita y José Julio, especialmente su hijo Martín Cardona en Phoenix, Arizona, lo recuerdan con cariño.
Julio Cardona, descansa en paz, tu legado vive en el corazón de quienes te conocieron y amaron.