En un esperado anuncio, Saúl ‘Canelo’ Álvarez tiene un nuevo desafío en el horizonte, y su próximo rival, Jermall Charlo, ha sido designado para enfrentarse al campeón mexicano el 4 de mayo de este año. Sin embargo, al profundizar en la trayectoria reciente de Charlo, surgen cuestionamientos sobre la solidez de este enfrentamiento.
Con un récord impresionante de 33-0-0, Jermall Charlo ha mostrado su destreza en el ring, pero las estadísticas revelan una falta de regularidad en sus apariciones, con solo tres peleas en los últimos cuatro años. A sus 33 años, se encuentra en la posición número 3 del mundo según BoxRec, pero sus últimas contiendas contra Sergiy Derevyanchenko, Juan Macias Montiel y Jose Benavidez Jr. terminaron en decisiones, dejando dudas sobre su capacidad noqueadora.
La elección de Charlo como oponente ha generado opiniones divididas. Aunque su récord es atractivo, la falta de contundencia en sus últimas peleas plantea interrogantes sobre su capacidad para representar un desafío significativo para el ‘Canelo’. La afición y los amantes del boxeo han expresado su deseo de ver a Álvarez enfrentando a peleadores como David Benavidez y Jaime Munguía, combates que generan mayor interés y emoción.
‘Canelo’ Álvarez, reconocido por manejar cuidadosamente su carrera y buscar enfrentamientos que atraigan a la afición, se enfrenta a Charlo en busca de otro triunfo. Las predicciones apuntan a un posible triunfo del ‘Canelo’ por nocaut en un bajo porcentaje y por decisión en un mayor porcentaje. Aunque la fecha está establecida y la afición está ansiosa por ver a Saúl en acción, la percepción general es que el riesgo representado por Charlo no está a la altura de las expectativas del público.
La crónica de esta pelea se presenta como una historia anunciada, donde ‘Canelo’ busca otra victoria, mientras que Charlo persigue un cheque que supere al de su hermano. A medida que los meses avancen, la publicidad en torno a la pelea se intensificará, pero la incertidumbre sobre la verdadera competitividad del enfrentamiento persiste entre la afición, las casas de apuestas y los observadores del mundo del boxeo.