Isaac Guerra/Monterrey, Nuevo León
El icónico bastión de la lucha libre y el boxeo en Monterrey, la venerada Arena Coliseo, ha comenzado a ceder ante el inexorable paso del tiempo. Este jueves marcó el inicio de la demolición de este histórico recinto que ha sido testigo de casi siete décadas de emociones y hazañas en el cuadrilátero.
La Arena Coliseo, fundada el 23 de octubre de 1955, se erigió como la catedral de la lucha libre en la ciudad, albergando épicas batallas protagonizadas por leyendas como El Santo, Gory Guerrero, Blue Demon, Mil Máscaras y muchos más. Este recinto, que se convirtió en un punto de referencia cultural, también presenció memorables peleas de box y artes marciales.
Los trabajos de demolición, que se anticipan como un proceso meticuloso, iniciaron con la remoción del laminado del lugar. Posteriormente, se desmontarán las gradas y, como último paso, se derribarán columnas y cimientos. Se estima que este proceso se extenderá entre tres y cuatro meses, con el objetivo de salvaguardar los edificios circundantes que comparten estructura con la emblemática Arena.
En un gesto de reconocimiento a la historia que albergó este recinto, se ha anunciado que próximamente se llevará a cabo una ceremonia pública para rendir homenaje a la Arena Coliseo. Este evento será la oportunidad para que aficionados y amantes del deporte compartan sus recuerdos y tributos a este ícono que ha dejado una profunda huella en la memoria colectiva.
La empresa Promociones El Jefe, bajo la dirección de Rosalío Avilez, fue fundamental para el resurgimiento de la nueva era del boxeo en Nuevo León a partir del 17 de octubre del 2003, llevando a cabo eventos memorables en la Arena Coliseo. La despedida de este recinto emblemático marca el fin de una era en la que las luces del ring iluminaron los sueños y gestas de innumerables atletas.
Hoy, mientras los muros de la Arena Coliseo caen, la comunidad se une para recordar sus glorias, revivir emociones y agradecer por los inolvidables momentos que este recinto regaló a generaciones de fanáticos. Aunque sus gradas hayan desaparecido, la Arena Coliseo perdurará como un símbolo indeleble en la rica historia del deporte en Monterrey.