Isaac Guerra
Ernesto Morales, con 21 años de experiencia como entrenador, dio inicio a su carrera al ver su hijo Ernesto «El Pantera» Morales como boxeador profesional que entrenaba en un gimnasio que se lo cedieron en comodato. Esta decisión marcó el comienzo de una trayectoria impresionante en el mundo del boxeo.
Posteriormente, Morales fundó su propio gimnasio, Sacachispas, un semillero de talento que vio surgir a destacados peleadores como Sergio Puente, Omar Barajas, Omar Tienda, Javier Peña, Eliud Melendez y Eliu Salinas, por mencionar algunos. Su habilidad para desarrollar talento no pasó desapercibida, lo que le llevó a colaborar con diversas empresas, destacando su trabajo con Promociones El Jefe de Rosales Avilez.
A pesar de los desafíos surgidos tras la salida de esta promotoría, Morales no claudicó. Su determinación le llevó a enfrentar las adversidades y llevar a sus peleadores a competir en diferentes escenarios, experimentando tanto victorias como derrotas.
Siguiendo el lema de Rocky Balboa, Morales ha demostrado que la vida puede golpear y poner de rodillas, pero la verdadera fuerza radica en levantarse una y otra vez. Actualmente, dedica su tiempo a trabajar en los centros polivalentes de colonias como Santa Mónica, Villas de San José y Puerto Anzures, en Juárez, Nuevo León, además de dirigir su gimnasio Sacachispas en la Colonia Niños Héroes en Guadalupe.
Su labor incansable sigue cosechando éxitos, y nuevos talentos emergen gradualmente. Nombres como Francisco Duque, Rafael «El Emperador» Castillo, y dos prometedores debutantes, Jesús Cavazos y Nelson Marrón, son el testimonio de su compromiso con el desarrollo de peleadores.
En resumen, la trayectoria de Ernesto Morales en el mundo del boxeo no solo es un testimonio de dedicación y sacrificio, sino también un ejemplo de cómo la perseverancia puede forjar campeones. Su legado perdura, y su impacto en el deporte sigue creciendo mientras prepara a la próxima generación de boxeadores para enfrentar los desafíos del ring en el 2024 y más allá.