Isaac Guerra
La noche del sábado se iluminó para México con un nuevo campeón del mundo emergiendo de la vibrante escena boxística. Desde tierras tapatías y respaldado por la reconocida empresa Zanfer de Fernando Beltrán, Rafael ‘El Divino’ Espinoza se alzó como el monarca 171 en la historia del boxeo mexicano. El logro, aún más destacado al obtener el título universal de peso Pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), al destronar al ex campeón de origen cubano, Robeisy Ramírez.
La gesta de Espinoza en el Charles F. Dodge City Center de Pembroke Pines, Florida, no fue tarea fácil. En una pelea inteligente y llena de entrega, el tapatío tuvo que sobreponerse a las adversidades, enfrentando una caída en el sexto asalto y la omisión de un derribo a su favor en el séptimo. Consciente de tener todo en su contra, demostró coraje y determinación para llevarse la victoria.
A pesar de las dificultades y los estragos de una lastimadura en la pierna, Rafael ‘El Divino’ Espinoza se alzó con una decisión mayoritaria. Las tarjetas de los jueces reflejaron la intensidad del combate con puntuaciones de 113-113, 114-112 y 115-111.
La hazaña de Espinoza no solo agrega un capítulo brillante a la historia del boxeo mexicano, sino que también consolida la calidad y determinación de los pugilistas respaldados por la empresa Zanfer. México celebra con orgullo a su nuevo campeón del mundo, Rafael ‘El Divino’ Espinoza, cuyo coraje y tenacidad quedan grabados en la memoria de los aficionados al deporte de los puños.