Isaac Guerra
En un comunicado sin precedentes, Alberto Carlo Ramos, editor y representante de la plataforma BoxRec, ha arremetido con fiereza contra la decisión de Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), de cortar la colaboración con la plataforma registradora de récords de boxeadores.
Ramos, quien en los hechos se ha atribuido la calidad de vocero de BoxRec, no solo desacredita la determinación de Sulaimán sino que va más allá, lanzando acusaciones de peso contra las Comisiones de Boxeo del país y el propio presidente del CMB. En su refutación, Ramos afirma de manera vehemente que en BoxRec México se registran todas las peleas, aunque en los hechos esto no es así.
La revelación de Ramos sobre la ausencia significativa de la FECOMBOX, entidad encargada de coordinar a las comisiones en México, añade más leña al fuego. Aunque inicialmente compartió estas afirmaciones en su muro de Facebook bajo el nombre de Alberto_Coockie_Ramos, momentos después la eliminó de manera repentina lo que plantea interrogantes sobre los motivos que lo llevaron a desistirse para sostener su comunicado. De cualquier forma, el mal grave ya está hecho.
Ramos no se detiene ahí y arroja sombras sobre la integridad de las comisiones de México, sugiriendo corrupción o intereses ocultos detrás de la falta de actualización de los resultados de las peleas sancionadas. Su contundente declaración, “Si las peleas no se suben es porque las comisiones no mandan los reportes completos… como no documentar alguna derrota o porque en algunos casos les pagan para cambiar resultados por no documentar algo que no le favorece a alguien”. señala directamente a prácticas poco éticas que podrían comprometer la transparencia en el boxeo mexicano.
En un cambio de tono directo, Ramos interpela a Mauricio Sulaimán sobre su supuesta pasividad ante la explotación de peleadores mexicanos contratados para perder contra extranjeros: «¿Dónde está Mauricio Sulaimán para salvaguardar a estos mexicanos que son explotados por algunos promotores?» Asegura que solo BoxRec se ha preocupado por frenar este tipo de prácticas, dando a entender la existencia de un «turismo ganador» que socava las carreras de los boxeadores mexicanos.
Las declaraciones de Ramos pintan un panorama sombrío, sugiriendo que Mauricio Sulaimán y el Consejo Mundial de Boxeo han hecho poco o nada para proteger la integridad física de los boxeadores mexicanos. El ataque directo a Sulaimán, etiquetándolo como convenenciero, ambicioso, controlador y dictador, proviene de una anécdota personal compartida por Ramos: «La última vez que vi a Mauricio Sulaimán en la convención del ABC yo mismo le comenté que yo no pongo restricciones para subir resultados, pero el señor solo se acuerda de lo que le conviene por sus propios intereses, su ambición económica y su afán por controlar al boxeo de manera dictatorial.»
No se salva nadie en esta diatriba, ya que Ramos dirige su descontento no solo hacia Sulaimán y el CMB, sino también hacia Fecombox, Comisiones, promotores y el boxeo en general. Sus cuestionamientos sobre la credibilidad de México para sostener una plataforma similar a BoxRec plantean dudas sobre la idoneidad de Sulaimán para liderar tal iniciativa.
“Hoy Mauricio Sulaimán pretende hacer una plataforma similar a BoxRec y hoy le pregunto a Mauricio Sulaimán y a sus seguidores: …Con la fama que tiene México: ¿Será posible tener una plataforma con credibilidad?, ¿Será posible obtener y actualizar la información con una base de datos como la que tiene BoxRec?”.
La desconfianza de Ramos hacia la capacidad del CMB y las comisiones mexicanas para implementar una plataforma propia, basándose en la fama que tiene México, añade un componente controvertido a la polémica. A pesar de que las comisiones están respaldadas por leyes y reglamentos mexicanos, Ramos parece ignorar esta normatividad por ser extranjero.
La publicación concluye con un llamado de Ramos a Sulaimán para ponerse a trabajar con la FECOMBOX, aduciendo que existen deficiencias, particularmente marcadas en las comisiones del centro y sur de México.