El 11 de septiembre es un día que está grabado en nuestra memoria colectiva… el día en que aviones comerciales secuestrados fueron estrellados contra las Torres Gemelas del World Tade Center y el Pentágono por terroristas de Al-Quaeda y la atrocidad de la misión suicida, costó la vida de dos mil novecientos setenta siete personas.
Ningún hombre está justificado para hacer el mal por motivos de conveniencia. El mal sólo triunfa si la gente buena no hace nada. Los pasajeros del avión que iba a estrellarse contra la Casa Blanca se defendieron a costa de sus vidas y salvaron así a muchas personas. Golpeado y profundamente conmocionado, el mundo libre y democrático se tambaleó, pero luego lloró a los que se fueron, se recuperó y se reconstruyó. Nunca olvidaremos a los que perecieron. El World Trade Center se encuentra ahora en lo que alguna vez fue un lugar de asesinatos sin sentido.
El autor intelectual de este día atroz que tiñó la historia de la humanidad fue Osama Bin Laden. Podía correr y lo hizo, pero finalmente no había lugar para esconderse. Un equipo militar estadounidense lo localizó y, como dijo el entonces presidente Barack Obama: “Así que su fallecimiento debería ser bienvenido por todos los que creen en la paz y la dignidad humana”.
No nos engañemos pensando que estos crímenes fueron brutales, bestiales y que las personas que los cometieron se comportaron como animales. Como observó Mark Twain sobre el asesinato, ¡ésta es una acción humana! Dijo sin rodeos: “De todos los animales, el hombre es el único que es cruel. Es el único que inflige dolor por el placer de hacerlo. Es un rasgo que los animales superiores no conocen”.
La humanidad abarca lo mejor pero también lo peor. Los altibajos. En este día de todos los días, debemos seguir esforzándonos y encontrando soluciones a nuestros problemas a través de la paz, la bondad y la generosidad de espíritu. Todos vivimos como vecinos en el mismo mundo.
Como dijo una vez el presidente John F. Kennedy: “La humanidad debe poner fin a la guerra… ¡antes de que la guerra ponga fin a la humanidad!
¡Todavía tenemos tiempo!