El joven púgil Matheus Da Silva salió de Sao Paulo, su ciudad natal con la ilusión de hacer historia. Aunque la tarea no era fácil, el estaba completamente determinado a conseguir una importante victoria.
Sin temor aceptó el reto de viajar a Kazajistán para estelarizar una de las peleas principales de la noche contra el local y también peleador invicto, Yelkhan Tabynbayev.
Después de 8 intensos rounds, fue el peleador de Brasil quien mantuvo la iniciativa, el control, culminando en la obtención de la victoria vía decisión unánime.
Al término de la pelea la supervisora WBC, Oksana Semenishina, le colocó a Matheus Da Silva el cinturón que lo acredita como campeón juvenil intercontinental de las 168 libras.
