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¿Cómo abordar de manera saludable una derrota en el boxeo?

Por: Psicóloga Diana Sosa, miembro del Comité Médico del WBC

En el deporte (y el boxeo no es la excepción), la derrota es una situación que siempre debe estar presente en la mente de los atletas. Es algo con lo que deben trabajar constantemente, asimilandola como algo natural y que es muy probable que suceda. Muchas veces, los deportistas gastan bastante energía en la evitación del fracaso, mismo que a veces es necesario para poder darle un giro tanto a las estrategias del entrenamiento, como a los objetivos y metas que se tienen planteadas. “Perdiendo también se gana”, reza el dicho. La derrota SIEMPRE nos informa algo, trae un mensaje explícito: se tienen que modificar muchas pautas.
Todos los boxeadores del mundo merecen nuestro respeto. Todos los seres humanos tenemos reacciones diversas ante las situaciones que nos causan estrés, dolor o desagrado, como la derrota. No podemos esperar que las otras personas reaccionen como nosotros quisiéramos que lo hicieran y mucho menos podemos juzgarlos. Cada peleador afronta la derrota con los recursos mentales y emocionales que posee.
Lo que sí es un hecho es que los boxeadores deben enfrentar la derrota como parte inherente al boxeo mismo y deben hacerlo de la mejor manera, por su bien. Lo ideal es que lo tomen como parte de un proceso natural que les tocará atravesar a lo largo de su carrera, a pesar de que existan casos de deportistas que se retiran invictos, pero que son casos aislados.
Perder no es malo, no es el fin del mundo. La derrota no es algo de lo que un peleador tiene que avergonzarse. Lo patológico sería si la derrota se afronta de manera inadecuada, como hacer rabietas innecesarias, descalificar, denostar y humillar al rival, insultar la inteligencia de los jueces, enojarse sobremanera o amenazar. Se puede sentir impotencia, coraje y frustración al momento y esto es natural, pero la manera de trabajarla no es con la negación de la realidad.
Sentirse “fracasado” es lo inadecuado, ya que la sensación de fracaso es fabricada por la mente y también el fracaso lo hace uno con las actitudes que se demuestran al perder.
Hay que reconocer que la derrota va a estar siempre presente en el deporte, aceptar como deportista que también se tienen límites y que cuando uno pierde, el rival es meritorio de nuestro respeto y reconocimiento. Finalmente se combate con ellos en igualdad de circunstancias y el rival será siempre un espejo de nuestros aciertos y de nuestros errores. Si al deportista le causa conflicto la derrota, es necesario que se asesore con un profesional de la salud mental, para que le ayude a poder comprender el por qué la derrota le significa y causa un conflicto, inclusive a superar traumas que pudieran estar relacionados y que logre asimilarla de una manera saludable y funcional. Se debe reconocer que somos seres únicos, pero también apreciar la grandeza de los rivales a los que se enfrentan y abrazar también los triunfos ajenos.