Redacción/Boxaldia
En un desgarrador relato, Irlanda narra el tormento de perder a su hijo, Dylan Nahum Gutiérrez Saucedo, en un trágico incidente ocurrido durante una sesión de entrenamiento de boxeo en un gimnasio local.
«Dylan era más que un hijo, era un joven excepcional», comparte Irlanda entre lágrimas contenidas. A sus 17 años, estaba a punto de graduarse del Cbtis 114, destacándose por su dedicación y protectividad hacia sus hermanos. Admirado por su inteligencia y buenas calificaciones, también aspiraba a una carrera en el boxeo profesional, disciplina que abrazaba con fervor desde tempranas horas de la mañana hasta el crepúsculo.
La tragedia golpeó el pasado 29 de mayo de 2024, cuando Dylan sufrió un nocaut durante un sparring. Según relata su madre, el entrenador decidió no atenderlo de inmediato, dejándolo en el suelo sin la debida atención mientras su condición empeoraba gradualmente.
«No me avisaron que estaba grave hasta que lo llevaron al hospital», lamenta Irlanda. A pesar de los esfuerzos médicos, Dylan no logró recuperarse de los graves traumatismos cerebrales que sufrió, y el 11 de junio perdió la vida en el hospital, devastando a su familia.
Irlanda ha emprendido acciones legales contra el gimnasio y los responsables del incidente, aunque enfrenta obstáculos significativos. Denuncia que las cámaras de seguridad que podrían haber documentado los eventos fueron inexplicablemente desactivadas, y que las autoridades han mostrado poca disposición para facilitar el proceso de justicia y la entrega del cuerpo de Dylan.
«La Fiscalía no nos deja hacer nada», reclama con frustración. A pesar de su persistencia, enfrenta un sistema que percibe como desfavorable, dado que los propietarios del gimnasio tienen vínculos legales significativos que podrían influir en el curso del caso.
En medio de su dolor y lucha por justicia, Irlanda solo anhela poder velar a su hijo y encontrar un camino hacia la paz y el cierre que tanto necesita su familia.