Isaac Guerra
En el vibrante mundo del boxeo, hay nombres que resuenan con fuerza y determinación. Uno de esos nombres es Jay Najar, también conocido como ‘El Panda’. Este respetado entrenador cuenta con una larga trayectoria en las esquinas de los mejores eventos del mundo del boxeo.
El año pasado marcó un hito en su carrera como entrenador, con uno de los mejores desempeños hasta la fecha. Pero como todo gran maestro, Najar mira hacia adelante, enfocándose en los desafíos que aguardan para él y sus pupilos.
«Tenemos una agenda repleta», comenta con entusiasmo. «Subriel Matías defiende su título el 15 de junio en Puerto Rico. ‘El Chacal’ González regresa a Puerto Rico. Jeyvier Cintrón, dos veces olímpico y campeón de exatlón, retorna tras cuatro años de retiro asu tierra natal. Enrique Vivas peleará en Nueva York. ‘El Camarón’ Zepeda peleará por el campeonato interino de la AMB el 6 de julio en Ontario, California contra Giovanni Cabrera. Y quién sabe, tal vez una unificación con Lomachenko, ya que somos obligatorios según la FIB».
Con 17 años dedicados al arte del entrenamiento boxístico, ‘El Panda’ reflexiona sobre las lecciones que este deporte le ha enseñado.
«Son 17 años de esfuerzo constante», comparte. «Día tras día, de domingo a domingo, viajando por el mundo, conociendo nuevas personas, haciendo mi nombre conocido. Gracias a Dios, el año pasado fue exitoso para nosotros, y esperamos que este año no sea diferente. Son muchos años de sacrificio, pero también de satisfacción».
A pesar de sus logros, Najar nunca pierde la humildad. En sus redes sociales, siempre hay palabras de gratitud hacia Dios y su madre, quien nunca lo abandona.
«Al final del día, son los boxeadores quienes suben al ring, quienes entrenan», afirma con sinceridad. «Nosotros simplemente hacemos nuestro trabajo. Ellos son los verdaderos héroes, los que se alejan de sus familias, los que sacrifican todo por su pasión. Nadie es más que nadie. Ganamos hoy, perdemos mañana».
A pesar de que su fama ha crecido en los últimos años, ‘El Panda’ no se atribuye los logros. Él sabe que son los peleadores quienes se llevan el mérito, y está agradecido por el papel de los medios de comunicación en hacer que sus historias sean conocidas.
«Al final del día, los logros son de ellos», concluye. «Nosotros solo somos el respaldo. Nuestro trabajo habla por sí mismo, y por eso estoy muy agradecido».