Por Isaac Guerra
El boxeo de Nuevo León volvió a escribir su nombre con letras de oro en el mapa internacional, y esta vez no solo fue por un campeón sobre el ring, sino por quien estuvo abajo, al pie del cañón, dando órdenes, motivando y creyendo desde siempre.
El regiomontano Mariano González se convirtió en el primer entrenador en la historia de Nuevo León en portar la toalla conmemorativa del Consejo Mundial de Boxeo, símbolo reservado para quienes se rifan en la esquina y logran la hazaña mundialista.
El sábado pasado en Birmingham, Inglaterra, Mariano acompañó a su pupilo, el guerrero de Monterrey, Francisco «Chihuas» Rodríguez, a una gesta histórica donde se impuso al británico Galal Yafai y se proclamó campeón mundial interino de peso Mosca del CMB.
Días después de la pelea, ya con el cinturón en manos del nuevo monarca, el entrenador regio apareció junto a su peleador en conferencia de prensa, orgulloso, firme y con la legendaria toalla verde y oro colgada al cuello, como los grandes de la esquina.
«Estoy agradecido con la vida, con el boxeo, con este equipo… y esto apenas comienza», expresó Mariano. Con la humildad de los grandes, el coach no se mareó con el logro, al contrario, regaló su toalla conmemorativa a Nahúm, uno de los miembros clave del equipo del Chihuas, confiado en que pronto vendrán más.
«Esta no será la única, ya estamos apuntando a diciembre, porque el objetivo es el cinturón absoluto… y lo vamos a lograr», sentenció con mirada de campeón.
Con esta hazaña, Mariano González no solo se mete en la historia del boxeo nuevoleonés, sino que inspira a toda una generación de entrenadores que sueñan con levantar el puño, no solo desde el ring, sino también desde la esquina.
Porque así se forjan los grandes… con trabajo, fe y un corazón verde y oro.
