
Por Isaac Guerra
Monterrey, Nuevo León.– El recién coronado campeón mundial interino de peso Mosca del Consejo Mundial de Boxeo, Francisco “El Chihuas” Rodríguez, regresó al gimnasio donde se forjó la hazaña para sostener una conferencia de prensa y compartir no solo su cinturón, sino un mensaje de vida a todos los que han dudado de sí mismos.
El combate que lo catapultó de nuevo a la élite se celebró el pasado sábado en Birmingham, Inglaterra, donde derrotó al británico Galal Yafai, en una noche que marcó su resurrección deportiva tras casi una década de altibajos. Ahora, en casa y con la frente en alto, Rodríguez habló claro y con el corazón.
“Que no les digan que no se puede. A mí me lo dijeron muchas veces… incluso mi familia pensó que ya no lo lograría. Pero aquí estoy, más vivo que nunca. ¡Luchen por sus sueños, cabrones!”, lanzó con firmeza ante los medios.
Acompañado por su entrenador, el regiomontano Mariano González, quien también fue reconocido por el CMB con la toalla conmemorativa de entrenador campeón, “El Chihuas” presumió con orgullo el cinturón verde y oro, mientras ambos agradecían el respaldo de su gente, de su equipo y de la prensa local.
Este momento marca historia también para Nuevo León, ya que González se convierte en el primer entrenador del estado en recibir la toalla oficial del organismo, un símbolo reservado para quienes llevan a sus peleadores a conquistar una faja mundial.
Con humildad, pero sin perder el fuego en la mirada, Rodríguez confesó que el camino de regreso no fue nada fácil. Durante años navegó en la incertidumbre, peleando en carteleras menores, esperando una nueva oportunidad. Hoy, de la mano de su nuevo manejador, Eddy Reynoso, el panorama es claro:
“Estoy esperando el contrato y la fecha. Quiero pelear por el campeonato absoluto. No me conformo con tener esta faja, quiero unificar los cuatro cinturones. Quiero demostrar que soy un boxeador de élite”, declaró con convicción.
El monarca regio también aprovechó para pedir que no lo comparen con otros campeones de la tierra como Daniel “Cejitas” Valladares o Arely Muciño.
“Cada quien está escribiendo su propia historia. Esto no es una competencia entre regios. Todos estamos representando a Nuevo León y lo estamos haciendo con dignidad. Cada quien abre su camino al andar”, puntualizó.
El “Chihuas” agradeció profundamente la cobertura y el respaldo de los medios que han seguido su trayectoria, en las buenas y en las malas, y dejó claro que aún no ha tocado techo. Va por más, va por todo.
Francisco Rodríguez, más maduro, más fuerte y más determinado que nunca, dejó un mensaje claro: los sueños no mueren si se trabaja por ellos con el alma.
Y si alguien pensó que “El Chihuas” ya estaba acabado… hoy, con cinturón en mano, demuestra que apenas está comenzando su segunda gran era.