Isaac Guerra/Colima, México
El boxeo mexicano está de luto. El pasado 27 de abril falleció en Colima el excampeón mundial de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Antonio Avelar, a la edad de 74 años, dejando un legado imborrable en la historia del pugilismo nacional.
Nacido en Guadalajara, Jalisco, Avelar fue un ídolo para los aficionados al boxeo en las décadas de los 70 y 80. Su momento más glorioso llegó el 12 de mayo de 1981, cuando viajó hasta Japón para arrebatarle el título mundial mosca al entonces campeón Shoji Oguma, a quien derrotó por nocaut técnico en el séptimo asalto, en una memorable batalla disputada en el City Gymnasium de Mito.
Ese día, Antonio Avelar grabó su nombre con letras de oro en los anales del boxeo mexicano. El combate, sancionado por el legendario réferi Davey Pearl y con jueces como Chuck Minker, Jimmy Rondeau y Richard Steele, marcó una gesta internacional para el deporte nacional, consolidando a Avelar como uno de los guerreros más aguerridos de su generación.
Avelar concluyó su carrera con un récord profesional de 39 victorias, 13 derrotas y 1 empate, con 32 de esos triunfos por la vía del nocaut, reflejo de su estilo explosivo y su pegada devastadora.
Tras su retiro, eligió residir en Colima, donde llevó una vida alejada del reflector, aunque siempre con la sombra de su gloria deportiva a cuestas. Su fallecimiento ha generado múltiples muestras de respeto y condolencias dentro del ámbito boxístico.
Aunque los detalles exactos de su deceso no se han hecho públicos, solamente que ocurrió el 27 de abril en su domicilio.
Un campeón eterno
La figura de Antonio Avelar simboliza una época de orgullo para el boxeo mexicano. Con su muerte, se va un campeón, pero queda su historia, escrita a puño limpio y corazón firme, como todos los grandes del ring.
Descanse en paz, Antonio “El Niño” Avelar, campeón del mundo.
