
La situación en la Comisión de Boxeo Profesional de Monterrey sigue en estado crítico, sin mejoras a la vista y con señales de un deterioro aún mayor. Francisco Valdez, quien ostenta el cargo de presidente, ni renuncia ni se presenta a trabajar. A pesar de que ha presentado diversas excusas, no responde a nadie, lo que ha dejado a la dependencia prácticamente acéfala. Sin embargo, su salario sigue siendo depositado puntualmente, lo que representa un gasto injustificado para el municipio.
El alcalde Adrián de la Garza parece no haber tomado en cuenta que esta situación podría considerarse una forma de evasión de recursos públicos, ya que el puesto de Valdez sigue vigente en la nómina municipal sin que haya una persona realmente desempeñando sus funciones.
Las consecuencias de esta parálisis administrativa ya afectan directamente a los pugilistas, pues no se pueden expedir permisos de salida para competir a los boxeadores ante la ausencia del presidente que es el encargado de firmarlos y expedirlos, dejando en evidencia el abandono en el que se encuentra la dependencia.
La incertidumbre reina entre los boxeadores, quienes requieren tramitar sus permisos y realizarse los exámenes médicos necesarios para poder competir. Con un presidente ausente y sin respuesta del gobierno municipal, el futuro de la Comisión de Boxeo Profesional de Monterrey permanece en el limbo, afectando a los deportistas que dependen de su correcto funcionamiento para desarrollar sus carreras.