Autor: Isaac Guerra
Calavera de Saúl Álvarez
Canelo, el rey del ring y campeón sin igual,
con puños de acero y estilo letal.
México en sus venas y fuego en su mirar,
cada golpe suyo es pura tempestad.
La Muerte intrigada quiso retarlo,
“Canelo, en el panteón vas a pelearlo.”
Él, con calma, le dio un guiño feroz,
“Ven cuando quieras, huesuda, a mi rincón.”
La Catrina lanzaba su mejor uppercut,
pero el Canelo la esquivaba con un buen footwork.
Con un gancho certero la puso a volar,
y la calaca entendió que no la iba a ganar.
Hoy la Muerte lo espera, resignada en su esquina,
pues sabe que con Canelo, no habrá retirada.
En el cuadrilátero eterno se quedó su destello,
¡y en cada pelea su alma está en duelo!
Calavera de Óscar de la Hoya
Óscar de la Hoya, el “Golden Boy” sin igual,
brilló en el ring con su arte pugilista y letal.
Con guantes dorados y estilo imbatible,
su carrera en el boxeo fue algo increíble.
La Muerte intrigada lo quiso retar,
“Óscar, ven conmigo, no puedes escapar.”
Pero él con un jab y un gancho certero
le dijo: “Aguanta, aún soy el primero.”
La huesuda insistió con su reto final,
“Ven a mi ring, donde no hay rival.”
Pero Óscar, astuto, la hizo esperar,
y con una finta la puso a bailar.
Hoy en el panteón, la Catrina lo añora,
pues De la Hoya esquivó hasta la hora.
Con su legado en el ring y su historia dorada,
¡la Muerte aún sueña con esa peleada!
Calavera de Fernando “El Rey Midas” Beltrán
Fernando Beltrán, el Rey Midas del boxeo,
todo combate suyo es un gran suceso.
Promotor de campeones y estrellas sin fin,
convirtió en oro cada noche en el ring.
La huesuda intrigada quiso intervenir,
“Fernando, vente, ya es hora de partir.”
Pero Beltrán, con sonrisa de vencedor,
le dijo: “Espérame, aún tengo un campeón.”
La Catrina insistió: “Ya quiero tu suerte,
que a todo rival le das fuerza y fuerte.”
Mas él respondió, confiado y sin miedo,
“Mis campeones aún tienen fuego.”
Hoy la Muerte resignada lo espera sentada,
pues sabe que su legado no se acaba en nada.
Y en cada pelea, su toque dorado,
¡la calaca lo observa y queda impresionado!
Calavera de Nacho Beristáin, Hacedor de Campeones
Don Nacho Beristáin, maestro y mentor,
en el cuadrilátero, siempre un campeón.
Con puños y técnica forjó a sus guerreros,
cada golpe enseñado, preciso y certero.
La Muerte curiosa se acercó un buen día,
quería llevarse a la leyenda viva.
“Don Nacho,” le dijo, “es tu última pelea,
te espero en mi esquina, en la sombra te veo.”
Pero Nacho, astuto, la supo evadir,
con pasos y fintas, ¡la hizo sufrir!
“No me iré, huesuda, aún quedan combates,
mi legado y mis puños seguirán adelante.”
Hoy la Muerte lo observa, envidiosa y atenta,
pues el maestro inmortal no le da su cuenta.
Y en cada campeón que el ring vuelve eterno,
¡la sombra de Nacho ilumina su infierno!
Calavera de BoxRec y FightFax
BoxRec y FightFax, rivales del ring,
con registros de boxeadores hasta el fin.
BoxRec, orgulloso, presume el control,
pero FightFax le roba el papel de mejor.
La Muerte prefiere a FightFax consultar,
pues sus archivos guardan al que ya se fue a descansar.
“Los campeones caídos, su gloria y su fin,
en FightFax están, sin un solo botín.”
Mientras BoxRec presume de listas y fama,
la Parca se ríe y en su esquina exclama:
“FightFax es mi aliado, conoce al difunto,
a cada boxeador que ya tocó mi asunto.”
Hoy en el panteón, la flaca sonríe,
con FightFax en mano, su récord revive.
Y BoxRec se queda mirando asustado,
¡pues la Muerte lo ha dejado relegado!
Calavera de Francisco Valcárcel, Ex Presidente de la OMB
Francisco Valcárcel, de la OMB el rey,
renunció un Halloween, como si nada, ¡hey!
Con su guadaña lista, la muerte lo acechó,
“Hoy es el día, ven aquí, no te escondas, por Dios.”
“Dejé el cargo”, dijo, “ya no quiero pelear,
las sombras del boxeo me han venido a buscar.”
La Catrina sonrió, le ofreció un buen trato,
“Si te vienes conmigo, tendrás descanso dorado.”
Pero Valcárcel, astuto, se negó con decisión,
“Yo sigo en el juego, ¡no es mi última función!”
Con el boxeo en las venas, y su legado brillante,
la Muerte lo miró, sorprendida, desafiante.
Hoy en el más allá, ya se escucha el rumor,
Francisco sigue en pie, ¡con su mismo fervor!
Los fantasmas del boxeo lo aplauden al pasar,
pues su huella en el ring nunca se va a borrar.
Calavera de Arely Muciño y Ángel Acosta, Amor y Boxeo
Arely y Ángel, dos campeones del ring,
unidos por el boxeo, su amor es el bling.
Con guantes de oro y corazones valientes,
juntos en la pelea, como amantes ardientes.
Pero la Parca, intrigada, ya los observó,
“Este amor es tan fuerte, ¡los quiero yo!”
Les dijo: “Mi pacto es claro, hay que decidir,
en México o en Puerto Rico, ¿dónde quieren ir?”
Arely sonrió y con firmeza contestó,
“En México quiero quedarme, ¡es donde yo nací yo!”
Ángel, decidido, tomó su mano sin dudar,
“En Puerto Rico, amor mío, es donde quiero descansar.”
La Muerte, divertida, preparó su sentencia,
“Hoy en el cuadrilátero, sellan su esencia.
No hay necesidad de pelear, el amor los llevará,
donde el boxeo y el cariño siempre brillará.”
Hoy la pareja camina por el más allá,
con sus trofeos en mano y su amor, sin par.
Así en cada rincón donde haya un campeón,
su legado perdura, ¡viva el amor y la pasión!