Isaac Guerra
El medallista olímpico Misael Rodríguez encendió la polémica al afirmar durante la conferencia de prensa previa a su pelea contra Omar Chávez: “Voy a poner a un Chávez en mi récord”. Las palabras cayeron como gasolina en el ambiente, y Omar Chávez no dudó en responder con firmeza: “Lo veremos”.
Lo que parecía ser una conferencia controlada se salió de curso rápidamente cuando ambos boxeadores se encararon, llevando la tensión al límite. Julio César Chávez, presente en el evento, tuvo que intervenir para calmar los ánimos, pero su intervención lejos de apaciguar las cosas, solo las agitó más: “Siempre he tenido una buena imagen de ti, Misael, pero esto no me gustó. Así que ni modo, Omar, vamos a meterle una chinga”, lanzó el legendario campeón mexicano, dejando claro que el orgullo familiar está en juego.
Misael, lejos de retractarse por completo, ofreció una disculpa a Chávez padre, pero mantuvo su confianza en el combate. “Voy a tomar en cuenta las advertencias de Julio, pero vengo preparado para todo. Cuidaré las zonas blandas, pero no me voy a echar para atrás”, aseguró el olímpico, encendiendo aún más los ánimos.
El intercambio de palabras pronto escaló a lo físico cuando Omar y Misael se levantaron y comenzaron a empujarse a espaldas de Julio César y Guillermo Brito, director de operaciones de Zanfer, quien se vio rebasado al intentar separarlos. Los medios captaron cada segundo del enfrentamiento, que robó por completo la atención de la conferencia.
Pero la pelea verbal entre los Rodríguez y los Chávez no solo refleja la batalla que se librará en el ring, sino un posible cambio de estafeta en el boxeo mexicano. La figura de los Chávez, legendaria pero cada vez más cuestionada, enfrenta a un nuevo talento olímpico que llega con hambre de gloria.
La función del sábado en la Plaza de Toros Vicente Segura de Pachuca, que también contará con David “Rey” Picasso enfrentándose al argentino Diego Alberto Ruiz, y Christian “El Pelón” Islas luchando por el título mundial juvenil del Consejo Mundial de Boxeo, se ha convertido en el epicentro de una de las rivalidades más candentes de los últimos tiempos. La pregunta que queda en el aire es si Omar logrará defender el honor de su apellido o si Misael lo incluirá en su récord como prometió.
En cualquier caso, la mesa está servida y la afición está lista para ver una batalla que ya dejó de ser solo deportiva para convertirse en un duelo personal, donde no habrá segundas oportunidades.