Isaac Guerra
El boxeo ha experimentado una notable evolución a lo largo de su historia, pero quizás nunca como en la actualidad se han visto tantas modificaciones y controversias en torno a sus reglas y prácticas. Desde las exhibiciones que, aunque supuestamente prohibidas, siguen teniendo lugar, hasta las peleas de pesos pactados que desafían las categorías tradicionales, el panorama actual del boxeo parece desviarse cada vez más de sus fundamentos originales.
Una de las tendencias más marcadas es la proliferación de cinturones interinos y campeones unificados, lo que a menudo genera confusión entre los aficionados y diluye la importancia de los títulos. Además, se han visto cambios significativos en la duración y condiciones de las peleas, como las peleas femeninas a 12 rounds de 3 minutos, y peleadores que normalmente competirían a 10 o 12 rounds peleando a 6 u 8 rounds.
Por otro lado, si bien los cinturones interinos tienen una justificación por parte de los organismos, la entrada de uno nuevo como la IBA es particularmente controvertida. Esta organización maneja el boxeo amateur y ahora incursiona en el profesionalismo, mezclando ambos ámbitos a su antojo. Lo más preocupante es que la IBA sanciona sus propias peleas y ha creado cinturones absolutos e incluso regionales, a pesar de haber criticado en el pasado a otros organismos por falta de seriedad y reconocimiento.
Otro aspecto que ha generado polémica es la inclusión de youtubers y celebridades en el mundo del boxeo, quienes han ganado cantidades exorbitantes de dinero y han generado un gran interés mediático, a veces más que los propios boxeadores profesionales de renombre. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la integridad deportiva y la seriedad con la que se toma el deporte.
Recientemente, la propuesta de una posible pelea entre hombres y mujeres, como la lanzada por Claressa Shields al retar a Ryan Garcia, ha generado aún más debate sobre los límites y la dirección que está tomando el boxeo. Mientras algunos ven esta idea como innovadora y emocionante, otros la consideran una muestra más de cómo el deporte se está convirtiendo en un circo, donde la espectacularidad y el sensacionalismo parecen primar sobre los valores tradicionales y la integridad deportiva.
En definitiva, el boxeo se encuentra en un momento crucial de transformación, donde la búsqueda de audiencia y la comercialización parecen estar desafiando los principios y normas que han regido este deporte durante décadas. La comunidad boxística enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio entre la innovación y la preservación de la esencia y los valores que han hecho del boxeo un deporte tan apasionante y único.