Aún las emociones y toda la intensidad que se vivió este fin de semana, en el Estadio Akron, en Jalisco en lo que fue la gran pelea Canelo vs. Ryder, el presidente del WBC, licenciado Mauricio Sulaimán platicó con la prensa especializada de esta a la que él mismo nombró “una fiesta nacional” por todo lo que se vivió alrededor de este inolvidable magno evento, que quedará marcado como uno de los más importantes de la historia de los espectáculos en México.
Una semana llena de color, fiesta, hermandad y por supuesto mucho boxeo, donde el WBC de la mano del gobernador Enrique Alfaro, además de los alcaldes de Zapopan, Juan José Frangie Saade, y de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro se pusieron en marcha para dar forma a una increíble promoción con toda la esencia de Jalisco.
El máximo dirigente comentó, que el ambiente estaba intoxicado de boxeo, pues desde todos los puntos del estado la gente pudo disfrutar de diversas activaciones como funciones populares de nuestro deporte, boxeo fitness en plazas públicas, pláticas de motivación, con temas de prevención de adicciones y del bullying.
Visiblemente emocionado y aún las fotografías de este inolvidable viaje, el dirigente del organismo también compartió la presentación del cinturón “Puebla / Jalisco”, una joya creada por manos artesanas de las culturas que se fusionaron para crear una faja de colores vibrantes con majestuosas representaciones de cada cultura.
El gran homenaje que el Gobierno rindió a su papá José Sulaimán y a los 27 campeones mundiales del estado de Jalisco. La presentación oficial de Canelo vs. Ryder como “pelea de la Paz”, la plantación del Olivo, el récord Guinness por la función con más hermanos en una misma cartelera (7 hermanos), la emotiva visita a la Casa Hogar Cabañas para convivir con cientos de niñas y niños, el espectacular pesaje que se llevó a cabo en el Teatro Degollado y por supuesto la GRAN entrada de campeón verde y oro al estadio.
Sobre la pelea, el licenciado Sulaimán comentó que fue una verdadera guerra, una pelea muy sangrienta en donde Saúl dio cátedra de calidad y poderío dominando al máximo a su rival, que sin duda alguna también merece un gran reconocimiento pues a pesar de la fractura de maíz que sufrió Ryder en el tercer asalto, jamás se rindió y peleó como un guerrero, regresando de dos caídas para tirar golpes y dar un espectáculo memorable.
Una pelea emocionante de principio a fin donde Saúl no solo retuvo sus cuatro cinturones sino también sumó a gran colección de cinturones WBC Conmemorativos, el “Batalla 5 de Mayo Puebla/Jalisco” y un premio especial por parte de Scholas Ocurrentes, una corona de laureles, elaborada por el orfebre personal del Santo Padre Francisco, Adrián Pallarols, quien viajó desde Argentina, con esta bellísima pieza única, que representa la virtud otorgada por los dioses, que conlleva al triunfo y la tradición milenaria de los Dioses del Olimpo.
Para finalizar el presidente del WBC enalteció el trabajo y la impecable actuación del referí Michael Griffin quien hizo uso de toda su experiencia cuidando siempre la integridad de ambos peleadores, pues a partir del tercer asalto estuvo al pendiente de Ryder, pidiendo revisión médica para saber si el británico podía continuar en la contienda.
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