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¿Qué tan importante es la salud mental en el boxeo?

Por Psicóloga Diana Sosa, miembro del Comité Médico del World Boxing Council

Un boxeador debería tener a su alrededor, un equipo de trabajo que lo procure y lo asista de manera integral. Debe rodearse de profesionales que le brinden asistencia desde su especialidad, por ejemplo: nutriólogos, médicos, psicólogos, fisioterapeutas, odontólogos, etc. Lo anterior con la finalidad de que su rendimiento sea el mejor, tenga una alimentación correcta, cuente con una salud física y mental adecuada y juntos desarrollen un plan de trabajo que le permitan lograr la mayor meta en el boxeo: convertirse en campeón mundial.

En muchas ocasiones se le da más peso a la salud física del boxeador por aquello de que es evidente que utiliza su cuerpo como medio de trabajo y es un deporte con riesgos latentes, sin embargo, la psicología en el boxeo está tomando un auge importante.

La pandemia vino a reforzar que es fundamental tener en el equipo del trabajo del boxeador a un psicólogo para poder trabajar todas las cuestiones mentales y emocionales que pudieran sucederle y así tener un mejor desempeño deportivo, más enfocado y focalizado.

Pero ¿cómo debe cuidar la Salud Mental un peleador? la pregunta anterior es muy importante, ya que el boxeo no es un deporte cualquiera ni para cualquiera, debido a que lo que recibe son golpes de manera constante y es una cuestión para la que se debe tener una gran conciencia y fortaleza mental.
Una adecuada salud mental, le va a permitir a un boxeador tener un buen autocuidado y proteger su salud, integridad y vida, siguiendo al pie de la letra indicaciones tales como mantener una buena alimentación, no consumir sustancias ilícitas, no drogarse y ser constante en sus entrenamientos.

Otro signo de una salud mental óptima en el boxeador es mantenerse motivado durante su etapa de preparación, así como reponerse de manera positiva ante las adversidades que se le van presentando en su carrera (peleas que se caen, peleas perdidas, etc) y seguir adelante a pesar de los contratiempos.

Cuidar la salud mental depende de cada uno, verificar de forma individual qué es lo que uno está sientiendo, cómo afronta las adversidades y sobre todo, si se identifica que si algo no anda bien (tener ansiedad, tristeza, ingesta desmedida de alimentos, sentirse agresivo, etc), tener el valor de hablarlo con alguien (en este caso un psicólogo), sin pensar en el qué dirán y hacer valer el derecho humano con el que contamos todos, que es el tener una salud mental que permita el goce de la vida y por ende, de un bienestar general.
Es fundamental darle la importancia que merece a la Salud Mental y concientizar que, al menor signo o síntoma de un padecimiento emocional, se deberá atender de manera inmediata tanto o igual como si se tuviera un padecimiento físico, porque este tipo de situaciones, no ceden con el tiempo y se deben trabajar con un especialista.