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La entrevista que nunca me hicieron: Mike Tyson

El trabajo del gran periodismo es buscar, encontrar y recopilar información, desbloqueando perlas de sabiduría a través de la revelación, a las que nadie más puede acercarse.

En su conversación con Mike Tyson titulada: La entrevista que nunca tuve. por Pepe Sulaimán encaja en su comienzo, con una cita de la paloma del horizonte de la cultura indígena estadounidense, y muy acertada, porque la primera pelea real de Michael Gerard Tyson fue sobre la muerte de este pájaro cercano a casa.

Con la edad viene la sabiduría, y la barba gris plateada en la barbilla de Mike, adquirida y obtenida de los duros golpes de la vida, simboliza su capacidad completamente desarrollada para mirarse a sí mismo desde afuera hacia adentro… Fuera de mí, no con ira, sino con introspección. Y esto proporciona una visión fascinante del hombre de mediana edad, evaluando con franqueza a su yo de la generación más joven, y las cartas de la vida que le han tocado, desde el comodín hasta el rey del ring.

“Soy tan pequeño que apenas me noto. Pero hago mucho ruido. Así es como veo mi vida. Necesitamos la adversidad en nuestra vida y necesitamos ser competitivos. Me veo a mí mismo como un buscador.”

Cuando se le preguntó qué mensaje le enviaría a Cus D`Amato, si Cus estuviera al alcance de la mano, a pesar de que está fuera de este mundo, Mike sonríe y responde: “¿Cómo lo hice?”

Para la extraordinaria vida que ha llevado, Mike Tyson es más que un hombre, y esto es mucho más que una entrevista. ¡Es único!
Juzga por ti mismo. A favor o en contra… pero no se siente en la cerca y sea neutral. Aproveche la oportunidad y con ella una larga mirada reflexiva: