Sucedió en la ciudad de Oranjestead, capital de Aruba, (pequeña nación isleña situada al noroeste de Venezuela, y que por muchos años fue un dominio holandés) durante la Convención Anual WBC de 1986, cuando se crearon los títulos internacionales WBC, idea innovadora promovida por el presidente vitalicio del organismo Don José Sulaimán, quien aprobó y nombró a Antonio Sciarra como presidente del Comité Internacional. Una fecha muy especial que marcó una nueva oportunidad para aquellos soñadores diurnos que día a día entrenan con disciplina y entusiasmo, púgiles que se entregan en los gimnasios púgiles anhelando ser reconocidos y en un futuro, conquistar alguno de los campeonatos mundiales absolutos Consejo Mundial de Boxeo.
Habiéndose aprobado estos nuevos campeonatos, el 10 de diciembre de 1986 en el estadio Hua Mark Indoor de Bangkok en Tailandia, el mexicano Raúl Valdez se enfrentó al local Rocky Chitalada teniendo en juego el título internacional minimosca WBC, el cual conquistó por la vía rápida.
Desde entonces, este campeonato ha aparecido en múltiples escenarios boxísticos alrededor de todo el mundo, siendo disputado por boxeadores que a base de esfuerzo y especialmente pasión, han ganado esta gran oportunidad. Estamos hablando de títulos que desde su creación han fungido como antesala del campeonato mundial en cada una de las divisiones existentes.
Los títulos internacionales WBC han sido la ventana internacional para muchos jóvenes que posiblemente hoy en día no estarían en la cima del éxito si no fuera por esta creación, una de muchas que llevó a cabo nuestro presidente dentro de su muy prolífica e importante estancia dentro del organismo más importante, poderoso e influyenteque registra la historia del boxeo mundial. .
Estamos ofreciendo un merecido reconocimiento a Mauro Betti, quien desde que tomó el cargo en 1994 (tras el fallecimiento de Antonio Sciarra) ha administrado estos títulos Internacionales, trabajando de manera incansable alrededor del mundo dándoles el prestigio y la importancia que estas coronas merecen y llevando a muchas docenas de peleadores jóvenes y relativamente desconocidos hasta todo aquello que significa, prestigio y éxito dentro del apasionante oficio de los puños que en los últimos años ha estado atrayendo a miles de nuevos aficionados en casi todo el planeta.