Luis “Pantera” Nery exhibió un brutal despliegue de poder, y noqueó al filipino Jason Canoy en el tercer round, en la pelea estelar de la función que presentó Zanfer este sábado, en el estadio Gasmart de Tijuana, ante una gran entrada que coreó el apellido “Nery, Nery” desde que subió el ring.
El ex campeón mundial, Nery (27-0-0, 21 ko’s) cumplió su promesa de buscar el nocaut rápido e inició la pelea de manera explosiva, enviando de manera aparatosa a la lona en el primer round a Canoy con un poderoso gancho de izquierda a la quijada. El llamado “Dillinger” (29-9-0, 19 ko’s) cayó de forma pesada, de espaldas, visiblemente lastimado. La condición y el corazón guerrero del filipino le permitieron levantarse, responder al castigo y terminar el round.
En el segundo round, Nery bajó la intensidad pero boxeó y le repitió golpes a Canoy.
En el tercero, el “Pantera” boxeó hacia atrás, bajó la guardia y tiró poco. Pero era una trampa a la que el filipino cayó.
Canoy se fue de frente, y Nery lo recibió con golpes de poder, y en cuanto lo prendió, el filipino resintió el castigo. El “Pantera” acertó una combinación de cinco golpes y Canoy visitó la lona cerca de su propia esquina. Escuchó de cuclillas la cuenta de protección y continuó en la batalla.
En esta ocasión, Nery no lo dejaría ir vivo. El “Pantera” fue por él, lo remató y le repitió golpes de poder con ambas manos. El réferi Jesús Becerra se apiadó de Canoy y le detuvo la contienda a los 2:44 minutos de ese tercer round. Aunque el peleador reclamó la decisión del tercero sobre la superficie, la propia esquina lo felicitó por la decisión. El “Dillinger” filipino estaba muy lastimado y sufrió su primera derrota por nocaut.
Con este triunfo, Nery es campeón mundial Plata Gallo CMB, y queda en línea para disputar el título del mundo, que actualmente está vacante.
EL BOXEO DE KENIA
Una de las consentidas de casa, Kenia “Jaguarcita” Enríquez, boxeó con gran calidad y técnica, marcó el ritmo y la distancia, conectó precisas combinaciones y no cayó en el juego de su retadora, Norleidys Graterol, para imponerse por clara decisión unánime y retener por segunda ocasión su campeonato mundial Minimosca Interino CMB.
Enríquez (21-1-0, 9 ko’s) ejecutó un gran manejo de su mano izquierda, tanto para iniciar ataque como para rematar. Conectó arriba y abajo, en jab, en recto, en gancho y en uper. Su rival, la venezolana “Ametralladora” Graterol (12-1-0, 10 ko’s) buscó el golpe de poder y ensució la pelea con abrazos, jalones y empujones. Fue poco lo que contragolpeó porque la habilidad, la inteligencia y la experiencia de la “Jaguarcita” le permitieron defenderse, atacando. Kenia hizo un boxeo cerebral, cambiaba ritmo, fintaba, entraba sin presentar blanco fijo y lanzaba su ataque desde diversos ángulos.
Graterol cambiaba ocasionalmente de guardia en busca de sorprender a la campeona, pero de zurda o de derecha, la que conectaba y repetía, era Kenia.
Al final de los diez rounds, los jueces anotaron las siguientes puntuaciones: Carlos Flores 100-90, Herb Santos 100-89 y Cory Santos 100-89 a favor de la campeona Kenia Enríquez, que cumplió su sueño de pelear en casa como campeona del mundo, y defendió por segunda vez su título.
EL PODER DEL “POLLO”
Omar “Pollo” Aguilar lució todo su poder, y cuando su presa se encontraba a la distancia ideal y contra una esquina neutral, soltó una poderosa combinación al rostro, gancho de izquierda y cruzado de derecha en pleno mentón, que mandó a la lona “en cámara lenta” a Carlos Antonio Zatarain, y de manera atinada, el réferi Fernando Rentería ni siquiera contó, decretó de inmediato el nocaut técnico a los 1:44 minutos del primer round y llamó al médico del ring.
Por fortuna, Zatarain (12-5-2, 6 ko’s) estuvo consciente siempre y bajó del ring por su propio pie. Aguilar (10-0-0, 10 ko’s) extendió su récord perfecto y prácticamente se reporta listo para ser un peleador estelar entre los pesos Superligeros.
Lo que duró la contienda fue interesante. Aguilar “cazando” a su rival, marcando la pauta y reservando artillería. Zatarain boxeando, buscando recorrer el ring y tratando de mantener lejos al “Pollo”. Sin embargo, cuando Aguilar pudo cortarle la salida y “medirlo”, la pelea se acabó con dos golpes.
LAS PRELIMINARES
El brillante prospectos capitalino, Julio César “Rey” Martínez (12-1-0, 9 ko’s) sacó a relucir precisión y potencia, para arrollar al experimentado Víctor “Pelón” Ruiz (22-10-0, 15 ko’s) al 1:57 minutos del primer round. El “Rey” puso mal a su rival desde los primeros instantes de la contienda, y el “Pelón” ya no pudo recuperarse. Martínez acertaba combinaciones hasta de cuatro golpes, y repetía golpes de poder, lo que obligó al réferi Alberto Ramos a detener la contienda ante la notable superioridad del peleador de Ciudad de México. Cuando detuvo las acciones, Ruiz caminó con piernas tambaleantes a su esquina.
El prospecto sanfelipense Elwin “Pulga” Soto (11-1-0, 7 ko’s) exhibió un boxeo agresivo y puso en malas condiciones a Omar “Lobito” Martínez (4-5-0, 3 ko’s), quien pecó de valiente, fue peligroso contra las cuerdas y vendió cara la derrota, a tal gado de repetir golpes de poder sobre el rostro de Soto. El “Puga” conectó más golpes, y también los mejores, y al final se llevó la victoria por decisión unánime con tarjetas de 60-54, 59-55 y 58-56.
Paulette Valenzuela (6-0-0, 2 ko’s) mostró un boxeo de alta escuela, con variedad ofensiva, movilidad, certeza en sus golpes con ambas manos e inteligencia para atacar, defender y recorrer el ring, y terminó por imponerse por decisión unánime en seis rounds a la valiente capitalina Jacqueline “Pantera” Mucio (5-5-0), quien aguantó el castigo a pesar de pelear sangrando de la nariz y prácticamente con un ojo cerrado desde el tercer round.
El venezolano radicado en Tijuana, Albert Ramírez (5-0-0, 5 ko’s) dominó ring, ritmo y distancia, soltó su arsenal e impuso su calidad, para lograr una victoria por nocaut técnico a los 36 segundos del quinto round sobre el capitalino Juan José Rosales (3-1-0, 3 ko’s) en lo que era un duelo de invicto noqueadores, el cual Rosales prefirió enfrentar boxeando para atrás y rehuyendo el intercambio de golpes, lo que derivó en la detención del combate ante la falta de combatividad del peleador mexicano.