Ana Jamila/Box al Día/Deportes Hoy
Ayer por la noche Lucas Matthysse tomó la decisión de decir adiós al boxeo. Una decisión no fácil de tomar, pero tal vez justa para él.
Hay gente que recordará solo las derrotas, pero también hay que recordar esas peleas desde amateur que brindó Matthysse. No todo fueron derrotas y cuando las hubo, muchos se le fueron encima como buitres carroñeros, ahí es cuando te das cuenta de quiénes están y quiénes no. ¿Quién no ha sufrido descalabros en su vida, en su carrera? Nadie es perfecto y por eso crucificar a alguien que ha entregado su vida a este maravilloso deporte.
Lucas Matthysse (39-5, 36 KOs) pasó malas noches ante Postol cuando se lastimó el hueso orbital y en su última pelea con Pacquiao, en la que hay especulaciones sobre su derrota, pero la verdad es que salió derrotado.
Anteriormente en su derrota ante Postol, cayó en una tremenda depresión que lo mantuvo alejado durante un año del ring, le costó levantarse y trató de seguir, pero ya no era el mismo, sus reflejos, sus piernas, su actitud, su golpeo, su velocidad, su alegría y motivación, ya no eran las mismas.
Ya esta era la antesala de un retiro anunciado en caso de perder, pues sabía que ya no le quedaba mucho más tiempo y su cuerpo ya no rendía igual.
La noche del miércoles tomó la decisión de irse de los encordados para siempre.
Este fue el mensaje que dio a todos:
«Gracias al boxeo por cambiar mi vida. Recuerdo al equipo argentino de boxeo nacional, donde fue muy duro pero bueno. Recuerdo en mi vida a todos los niños que conocí y los tremendos boxeadores que representaron a Argentina con buenos y malos resultados, pero fue una gran experiencia en mi vida que siempre recordaré.
«Llegué a Trelew a los 21 años. Mi familia y yo, decidimos regresar a Junín, donde pasé 11 años de mi carrera con el gran entrenador Cuty Barrera y hoy, a los 35 años, estoy nuevamente de regreso. Trelew. Estoy orgulloso de haber mantenido mi carrera profesional durante 10 años a nivel mundial, donde luché con los mejores boxeadores y cumplí mi sueño de ser campeón mundial.
«Gracias a todos los que me siguieron en mi carrera, por todo su amor, porque eso es lo más hermoso en este deporte del boxeo, que es un ambiente agradable. Hoy, decido colgar los guantes porque otra etapa en mi vida se acerca. Y muchas gracias a todas las personas que conocí gracias en el boxeo».
Luquitas, gracias por tu carrera, por ser parte del boxeo no solo en Argentina, sino en el mundo. Gracias por esas guerras, gracias por tu entrega, disciplina y sacrificio; gracias por levantarte después de esa depresión q muchos guerreros sufren y pocos logran superar; gracias por esa pelea con Ruslan Provodnikov, nos hicieron vibrar con tan grande pelea ante una de las mejores ofensivas: la del ruso.
Gracias Lucas, que Dios te bendiga y q todo lo q venga en tu vida sea para bien tuyo y de tu familia.
Un abrazo con mucho respeto y admiración.