El Consejo Mundial de Boxeo desea expresar su gran preocupación por algunas prácticas que siguen sucediendo en nuestro país, las cuales son inaceptables e inclusive rayan en ser prácticas inhumanas y criminales.
El único propósito de que un organismo boxístico exista, es para salvaguardar la integridad física de los atletas.
El Consejo Mundial de Boxeo, Fecombox, la Comisión de Boxeo de la Ciudad de México y muchas otras comisiones de diversos estados han luchado incansablemente para erradicar prácticas que ponen en riesgo a los boxeadores y boxeadoras.
Ha llegado el momento de tomar acciones contundentes y sin tolerancia, ya que esto no se puede permitir.
Algunos de los reportes que tenemos son los siguientes:
- El boxeador Jesse Flores se presentó el miércoles 30 de mayo en la Ciudad de México para combatir con una licencia de la Comisión de Boxeo de Morelia, la cual no reportaba anomalía alguna. Ejemplarmente la Comisión de Boxeo de la Ciudad de México realizó la investigación correspondiente descubriendo que ese mismo boxeador había sido noqueado en 50 segundos del primer round tan sólo 12 días antes.
La persona que trajo a ese boxeador es Raúl Bucio , engañando al promotor Promociones Deportivas y poniendo en riesgo la integridad física del muchacho; el reglamento señala que al ser noqueado debe descansar al menos 60 días.
- La peleadora Cinthia Cardona Ortega fue obligada a subir al ring el 26 de mayo en la Unidad Deportiva El Chamizal de Zamora, Mich., lo cual hizo por extrema necesidad económica, sin entender los riesgos de subir al ring embarazada. La peleadora tiene un embarazo de 6 semanas y lo grave es que la comisión de boxeo y el promotor Guerreros de Zamora Promotions permitieron este acto inhumano y además el promotor solamente le pagó $2,000 de los $10,000 acordados.
Invitamos a la comunidad del boxeo nacional a unirse y ser parte de la solución para erradicar prácticas peligrosas.
Promotores y matchmakers deben tener mucho más cuidado al contratar boxeadores; managers deben cuidar a sus atletas y todos debemos denunciar cualquier práctica que ponga en riesgo la integridad física de nuestros peleadores.