El actual campeón mundial WBC en la división superligero, José Carlos Ramírez llegó a los tradicionales «Martes de Café» en un día muy especial para el organismo pues cabe destacar que hoy se cumplen 56 años de su nacimiento.
José Carlos Ramirez, llegó acompañado de Carl Moretti, Vice Presidente de Top Rank, no solo para hablar de su exitosa defensa contra José Zepeda, sino también para reiterar el orgullo y el compromiso que tiene al portar los colores del WBC.
Ramirez quien se coronó el pasado 27 de marzo venciendo a Amir Imam en lo que fue la pelea 2000 del organismo, fue enfático al decir: «Me siento muy contento de estar en México, país donde nacieron mis padres».
«Soy un eterno enamorado de la cultura mexicana, de sus tradiciones, su comida…mis padres me enseñaron a amar los colores tricolor y aunque nací en Estados Unidos, yo porto con orgullo la bandera de México y el apellido Ramírez».
«Soñé muchas veces con este momento, con la noche que me coroné campeón del mundo y hoy que tengo la faja que tanto anhelé la defenderé con toda la pasión y el respeto que merece este cinturón».
Por ahora mi deseo es unificar los títulos, pero soy un campeón y tampoco puedo estar detenido, así que, si no se llega a un acuerdo, estoy listo para enfrentar a quien quiera mi título», finalizó.
En este punto, el presidente del WBC, Licenciado Mauricio Sulaimán hizo uso de la palabra no solo para hablar de la extraordinaria trayectoria de nuestro campeón sino también de la labor anónima que hace en favor de los más vulnerables, ya sea en hospitales, escuelas o directamente en las comunidades, prueba de ello es que si pelea contra Zepeda ayudó a recaudar dinero y crear conciencia para la investigación del cáncer con la intención de ayudar a hombres, mujeres y niños que padecen la enfermedad.
Para el dirigente del organismo, José Carlos es un ejemplo para todos pues él personifica la esencia de un campeón WBC.
Para finalizar la emotiva visita, el Licenciado Sulaimán le entregó el brazalete WBC diseñado para los campeones y un cinturón conmemorativo de los 56 que cumple el Consejo Mundial de Boxeo que se adorna con las cerámicas de los presidentes que ha tenido el organismo.
