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FUE ARMANDO ARRIAGA UN EJEMPLO DE REHABILITACIÓN EN EL BOXEO

Isaac Guerra

Ya han pasado 10 años de que Armando Arriaga Yáñez partiera de este mundo, pues falleció el 27 de mayo del 2008, cuando fue encontrado sin vida después de haber sido brutalmente golpeado.

Cuando falleció contaba con 42 años dejando en la orfandad a cinco hijos, Nydia Daleria Arriaga Martínez de 25 años, Armando Aristeo de 23, Violeta Amelia de 20, Reyna Lorena de 12 y Verónica Guadalupe de 8, además de su viuda en el desamparo.

Desde su debut como boxeador profesional de 1992 al 2000 sostuvo 23 combates, peleando en Monterrey, en Estados Unidos, Noruega e Italia.

Sin embargo, por problemas con la justicia fue a dar a prisión, donde salió para seguir combatiendo en el 2003, con un récord de 10 victorias y 13 derrotas, sosteniendo tres combates en el 2003 y 2004 con dos triunfos y una derrota más.

Se volvió a ausentar y cuando regresa en el año 2007, ahí se dedicó completamente al pugilismo de manera más profesional, aunque ya con 41 años en su espalda.

Ahí se dio el dicho de no hay boxeadores viejos o jóvenes, sino buenos y malos y Armando enderezó el rumbo, ya directo en la empresa Promociones El Jefe con quien hizo sus últimas contiendas.

Su camino fue de menos a más con 12-14 en ganadas y perdidas, venciendo a Luis ‘El Caníbal’ Gutiérrez y a Pedro ‘El Soldado’ de la Rosa, aumentando su marca a 14-14.

Sin embargo, cayó en dos ocasiones seguidas ante Juan de Dios Sandoval y Adán Murillo, para posteriormente retomar el rumbo triunfal.

Derrotó a Luis López y luego dio una pelea de alarido ante Iván González, que los tuvo a ambos al filo del nocaut, fue una contienda espectacular de principio a fin, llevándose la victoria.

El 30 de noviembre derrotó a Carlos Díaz y el 14 de diciembre doblegó a Eugenio López, ya su marca era de 18-15, pero empezando el 2008 el 1 de febrero en el auditorio de la CROC encabezó la velada donde disputó un gran combate contra Arturo ‘El Power Ranger’ Gómez que se fue a la decisión, se entregaron como nunca y cayó por decisión polémica y mayoritaria.

Armando era sinónimo de espectáculo y entrega, en su paso por Promociones El Jefe llegó a hacer un récord de 7 triunfos con 3 derrotas, estaba reactivándose a sus 42 años de edad.

Su hija Reyna que tenía 12 años al momento de su muerte, señaló que estaba muy entusiasmado, que su carrera en el boxeo lo ayudaba a salir adelante a recuperar el tiempo perdido y a pensar en su familia,

“Él ya no quería parar ahí, estaba muy arrepentido, quería recuperarnos a nosotros su familia y su carrera y creo que se notó en ese año que estuvo afuera, lo demostró, se dedicó a entrenar, estaba muy feliz, la verdad pasaba horas en el gimnasio, en las mañanas se iba a correr.

“De hecho creo que iba a hacer sus últimas peleas, ya estaba perdiendo la vista de un ojo de tanto golpe, mi mamá ya no lo quería dejar pelear, pero pues se aferraba, era algo que le gustaba”, platicó a boxaldia.com

Sin embargo, el destino quiso que se adelantara en el camino, luego de 16 años de carrera la muerte le contó las 12 campanadas.

Hoy solamente queda su recuerdo y las ganas de una de sus hijas de seguir su legado y espera pronto lograrlo, por lo pronto ha buscado quien la apoye en este deporte.